Este es uno de los factores que personalmente intento mejorar día a día y, aunque es difícil, no hay que dejar de intentarlo.
En primer lugar con detalles sencillos que no suponen un gran esfuerzo, como el saludo antes de entrar en el aula. Con un sencillo choque de puños, un abrazo,... o cualquier otro que ellos elijan, sus caras cambian y comenzamos la jornada con una sonrisa en la cara, bien porque han inventado un nuevo saludo o porque les contagiamos la que tenemos en nuestra cara.
Ejemplo de saludos, cedidos por @flipped_primary |
El cariño es crucial, incentivando la motivación (nuestra y del alumnado), predisponiendo a actitudes más positivas, mejorando la relación (algo crucial en el ambiente de aula) y a la larga, obteniendo mejores resultados académicos.
En el siguiente Genially, muestro algunos de estos conceptos...
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